lunes, 1 de agosto de 2011

La vieja mente (Osho)

Foto de Arpana Vidroh


Si hacéis caso a vuestro gusto, estáis prestando atención a vuestra vieja Mente.
Uno ha de hacer algunas cosas que vayan contra los propios gustos, y entonces se
crece; de lo contrario no se crece nunca.
El desarrollo no es tan suave como piensan algunos. Es doloroso, y el máximo dolor
surge cuando tenéis que ir en contra de vuestros propios gustos.
Pero ¿quién es ese que no para de decir: «Esto me gusta y esto no me gusta»? Es vuestra
vieja mente, no vosotros. Si se la deja, no habrá manera de cambiar. La mente dirá que no os
mováis porque le gusta la situación. De modo que uno ha de salir de ahí. A veces hay que
estar en contra de los gustos o de lo que os desagrada. La decisión es vuestra. Siempre que se
cambia un estilo antiguo, resulta doloroso, duele. Es como aprender una habilidad nueva.
Conocéis la vieja a la perfección, de modo que todo marcha con facilidad. Cuando aprendéis
una habilidad nueva, resulta duro, y no estamos hablando únicamente de una habilidad nueva,
sino de aprender un nuevo ser. Va a ser difícil. Lo viejo ha de morir para que nazca lo nuevo.
Lo viejo ha de irse para que pueda surgir lo nuevo. Si continuáis aferrándoos al pasado, no
habrá espacio para que llegue lo nuevo.