sábado, 27 de junio de 2009

Imagine

Imagine/ J. Lenon

Imagina que no hay paraíso, 
Es fácil si lo intentas,
 Ningún infierno debajo de nosotros,
 Arriba de nosotros,solamente cielo,

 Imagina a toda la gente Viviendo al día...
  Imagina que no hay países,
 No es difícil hacerlo,
 Nada por lo que matar o morir,
 Ni religiones tampoco
, Imagina a toda la gente Viviendo la vida en paz
  Imagina que no hay posesiones,
 Me pregunto si puedes,
 Ninguna necesidad de codicia o hambre,
 Una hermandad del hombre,
 Imagina a toda la gente Compartiendo todo el mundo...  
Tu puedes decir que soy un soñador,
 Pero no soy el único,
 Espero que algún día te nos unas,
 Y el mundo vivirá como uno solo.

miércoles, 24 de junio de 2009

Foto de Arpana Vidroh
Primero, únicamente se ama cuando se es amado.
Luego se ama espontáneamente, pero deseando ser correspondido.
Después se ama incluso sin ser amado,
pero aún con la tendencia a que el amor sea aceptado
Finalmente, se ama de manera pura y simple,
sin otro deseo ni otro gozo que el amar.


La Mére

lunes, 8 de junio de 2009

8 de junio

Foto de Arpana Vidroh
Hay una antigua historia Sufi:

Un hombre estaba muy apesadumbrado con su sufrimiento. Solía orar todos los días a Dios, “¿Por qué a mí? Todos parecen ser tan felices, ¿por qué estoy yo en este sufrimiento?”. Un día, con gran desesperación, rezó a Dios diciendo, “Puedes darme el sufrimiento de cualquier persona y estaré listo para aceptarlo. Pero toma el mío, no puedo soportarlo más.”

Esa noche tuvo un sueño hermoso y muy revelador. Soñó esa noche que Dios aparecía en el cielo y le decía a todos, “Traigan todos sus sufrimientos al templo”. Todos estaban cansados de su sufrimiento; de hecho todos han orado en un momento u otro, “Estoy listo para aceptar el sufrimiento del otro, pero toma el mío; es demasiado, es insoportable”.

Así que todos metieron sus sufrimientos en bolsas y los llevaron al templo y se veían muy felices; había llegado el día, su oración había sido escuchada. Y este hombre también corrió hacia el templo.

Y entonces Dios dijo, “Coloquen sus bolsas en las paredes.” Se colocaron todas las bolsas en las paredes y luego Dios declaró: “Ahora pueden elegir. El que quiera puede tomar cualquier bolsa”.

Y lo más sorprendente fue esto: que este hombre que había estado siempre orando, ¡corrió hacia su bolsa antes que alguien pudiera elegirla! Pero se llevó una sorpresa, porque todos corrieron a su propia bolsa y todos estaban felices de elegirla de nuevo. ¿Qué sucedió? Por primera vez, todos habían visto las miserias de los otros, los sufrimientos de los otros; sus bolsas eran igual de grandes ¡o incluso más grandes!

Y el segundo problema era que uno se había acostumbrado a sus propios sufrimientos. Ahora, elegir los de otro: ¿Quién sabe qué tipo de sufrimientos habrá dentro de la bolsa? ¿Por qué molestarse? Por lo menos estás familiarizado con tus propios sufrimientos y te has acostumbrado a ellos y son tolerables. Durante muchos años los has tolerado; ¿por qué elegir lo desconocido?

Y todos se fueron a casa felices. Nada había cambiado, estaban trayendo de vuelta el mismo sufrimiento, pero todos estaban felices y sonriendo y gozosos al poder recuperar su propia bolsa.

En la mañana oró a Dios y dijo, “Gracias por el sueño; nunca volveré a pedir. Cualquier cosa que me has dado es buena para mí, debe ser buena para mí; es por eso que me la has dado”.

El Libro de la Sabiduría,de Osho

jueves, 4 de junio de 2009

4 de junio

Foto de Arpana Vidroh


Los días en que el cielo está gris, el sol no ha desaparecido para siempre

Arnaud Desjardins