miércoles, 29 de junio de 2011

Noche oscura del alma (Osho)


Foto de Arpana Vidroh
Todos aprendemos cómo ser felices y a seguir riendo y bromeando...
así es cómo toda la sociedad avanza en un remolino de alborozo. Pero todo el mundo
lleva una noche profunda y oscura en el interior, y ni siquiera se es consciente de ella.
Cuando entréis en un estado meditativo, primero entraréis en esta noche oscura del
alma. Si lográis pasar por ella -y no hay dificultad en atravesarla-, entonces por primera vez
seréis conscientes de que vuestra felicidad no era verdadera. La felicidad falsa desaparecerá y
llegará la tristeza verdadera, y solo después de la tristeza verdadera es cuando emergerá la
felicidad verdadera. Entonces sabréis que la felicidad falsa era incluso peor que la tristeza
verdadera, porque al menos en esa tristeza hay realidad. Si estáis tristes -verdadera y
sinceramente tristes-, esa tristeza os enriquecerá.
Os proporciona profundidad, percepción. Os hace conscientes de la vida y de las
posibilidades infinitas y de los limites de la mente humana, de la pequeñez de la conciencia
humana rodeada por doquier por el infinito, la frágil vida rodeada siempre por la muerte.
Cuando estáis realmente tristes cobráis conciencia de estas cosas. Cobráis conciencia de que
la vida no es solo vida... también es muerte.
Si realmente queréis ser felices, no sigáis fingiendo, jugando al juego de ser feliz. Según
llega la infelicidad, no tardaréis en ver que se oscurecerá, que se tornará intensa. Pero cuando
la noche es oscura, la mañana se halla muy cerca.
En cuanto dejáis de luchar, cuando la aceptáis, os brindará un silencio, una profunda
vibración. Desde luego que es triste, pero hermoso. Incluso la noche posee su propia belleza,
v aquellos que no pueden ver la belleza de la noche se perderán mucho.