domingo, 31 de julio de 2011

Pies (Osho)

Foto de Arpana Vidroh


Sentid más y más en los pies.
A veces simplemente erguíos sobre la tierra y sentid su frescura, su suavidad, su calor.
Sentid aquello que la tierra esté preparada para danos en ese momento y dejad que fluya a
través de vosotros. Y permitid que vuestra energía fluya hacia la tierra. Estad conectados con
ella.
Como mucho, la gente respira hasta el ombligo, pero no más allá, de manera que la
mitad del cuerpo está casi paralizado, y, debido a ello, lo mismo le sucede a la mitad de la
vida. Entonces muchas cosas se vuelven imposibles, porque el tronco inferior del cuerpo es
como una raíz. Las piernas son las raíces que os conectan con la tierra. De modo que las personas
cuelgan como fantasmas, desconectadas de la tierra. Uno ha de regresar a los pies.
Lao Tse solía decirle a sus discípulos: «A menos que empecéis a respirar desde la planta
de los pies, no sois mis discípulos». Respirar desde la planta de los pies... y tiene toda la
razón. Cuanto más ahondéis, más profunda será vuestra respiración. Es casi cierto que el
límite de vuestro ser es el limite de vuestra respiración. Cuando el límite se incrementa y llega
hasta vuestros pies, a la respiración le sucede lo mismo -no en un sentido fisiológico, sino


psicológico-, y entonces habréis reclamado la totalidad de vuestro cuerpo. Por primera vez
estáis enteros, de una pieza, juntos.

sábado, 30 de julio de 2011

Foto de Arpana Vidroh

Muchas veces el aspirante procede respecto a la verdad tan ignorantemente como el hombre de esta historia. No conocía la madera de sándalo, pero había escuchado mucho sobre sus excelencias. Nació así en él un fuerte deseo por conocer esa clase de madera tan ponderada y entonces decidió escribir a sus mejores amigos para pedirles un pedazo de esa clase de madera.

De este modo, escribió numerosas cartas a sus amigos y en todas ellas hacía la misma petición: «Por favor, enviadme madera de sándalo.»

Y un día, de repente, descubrió que el lápiz con el que llevaba meses escribiendo aquellas cartas era precisamente de olorosa madera de sándalo. El ser humano busca la felicidad fuera de él, cuando la verdadera y estable felicidad se halla en su interior.

Pide lo que ya tiene, busca lo que nunca ha perdido.

viernes, 29 de julio de 2011

Atajo (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Hay que recordar una cosa sobre la meditación: es un largo viaje y no existe
ningún atajo. Cualquiera que diga lo contrario os está engañando.
Es un largo viaje, porque el cambio es muy profundo y se alcanza después de muchas
vidas; muchas vidas de hábitos rutinarios, pensamientos, deseos v estructura mental. Que
tenéis que perder mediante la meditación. De hecho, casi es imposible, pero sucede.
Un hombre que se convierte en meditador adquiere la mayor responsabilidad del
mundo. No es fácil. No puede ser instantáneo. De manera que desde el principio no esperéis
demasiado, entonces luego no os podréis frustrar. Siempre seréis felices, porque las cosas se
desarrollarán con lentitud.
La meditación no es una flor de temporada que aparece a las seis semanas. Es un árbol
muy grande. Necesita tiempo para extender sus raíces.

miércoles, 27 de julio de 2011

Vida y Muerte (Osho)



Foto de Arpana Vidroh

Las meditaciones de vida y de muerte os pueden ayudar tremendamente.
Por la noche, antes de iros a dormir, realizad esta meditación de quince minutos. Es una
meditación sobre la muerte. Tumbaos y relajad el cuerpo. Sentid como si os estuvierais
muriendo y que no podéis mover el cuerpo porque estáis muertos. Cread la sensación de que
estáis desapareciendo del cuerpo. Hacedlo durante diez, quince minutos, y a la semana
empezaréis a sentirlo. Quedaos dormidos meditando de esa manera. No lo interrumpáis.
Dejad que la meditación se convierta en sueño y, si el sueño os vence, entrad en él.
Por la mañana, en cuanto sintáis que estáis despiertos -no abráis los ojos-, llevad a cabo
la meditación de vida. Sentid que cobráis vida más plenamente, que la vida regresa y todo el
cuerpo se halla lleno de vitalidad y energía. Empezad a moveros, oscilando en la cama con los

ojos cerrados. Sentid que la vida fluye en vosotros. Sentid que el cuerpo tiene un gran flujo de
energía, justo lo opuesto que la meditación de muerte. Así que realizad la meditación de
muerte por la noche antes de iros a dormir y la meditación de vida justo antes de levantaros.
Con la meditación de vida podéis respirar hondo. Simplemente sentíos llenos de
energía... que la vida entra con la respiración. Sentíos plenos y muy felices, vivos. Luego,
pasados quince minutos, levantaos. Las meditaciones de vida v de muerte os pueden ayudar
tremendamente.

martes, 26 de julio de 2011

Un mal necesario (Osho)



Foto de Arpana Vidroh

Cuando vivís con ciegos, vivid como tal, porque tenéis que vivir con ellos. No
podéis cambiar todo el mundo.
Sé que hay burocracia, pero tiene que haberla, porque la gente es absolutamente
irresponsable. No hay, modo de abandonar de repente la burocracia, los tribunales, las leyes y
la policía. No hay forma porque no seréis capaces de vivir ni un solo momento. Es un mal
necesario. Uno ha de aprender a vivir con personas que no están alertas, que están dormidas;
roncan. Puede perturbaros, pero no hay nada que podáis hacer al respecto.
Como mucho, lo único que podéis hacer es no imponer el mismo comportamiento
estúpido que la sociedad os ha impuesto a vosotros. No se lo impongáis a nadie más. Quizá
estéis casados, tengáis una esposa, un marido, hijos... no se lo impongáis a ellos, tampoco a
vuestros amigos. Es lo único que podéis hacer. Pero tenéis que vivir en la sociedad y tenéis
que seguir las reglas.
De manera que no condenéis las cosas. Tratad de entender. Hay muchos males que son
necesarios. La elección no radica entre el bien y el mal. En la vida real, la elección siempre es
entre un mal mayor y un mal menor.


lunes, 25 de julio de 2011

Cuento zen




Foto de arpana Vidrohnbsp

Un monje partió a un largo peregrinaje para encontrar al Buda. Dedicó muchos años a su búsqueda hasta que finalmente alcanzó la tierra donde se decía que el Buda vivía. Mientras cruzaba el río a ese país el monje miraba alrededor, al tiempo que el barquero remaba. Notó algo flotando hacia ellos.

A medida que se acercaba, se dio cuenta que era el cadáver de una persona. Cuando estuvo tan cerca que podía casi tocarlo, reconoció repentinamente el cuerpo muerto, ¡era el suyo!. Perdió el control y se lamentó al mirarse, inmóvil y sin vida, arrastrado a lo largo de la corriente del río.

Ese momento fue el principio de su liberación.

domingo, 24 de julio de 2011

Muerte y meditación ( Osho)

Foto de Arpana Vidroh

En cuanto sabéis que vais a morir en unos días, inmediatamente este mundo -el
dinero, el banco, los negocios, esto y aquello-se convierte en algo inútil. No deja de ser
más que un sueño, y vosotros empezáis a despertar
En cuanto le decís a un hombre que va a morir en un periodo de tiempo específico, y es
seguro -el hombre ya está muerto en cierto sentido y empieza a pensar en el futuro-, entonces
la meditación es posible. En cuanto una persona sabe que va a morir, se desprenderá de
muchas tonterías por propia voluntad. De inmediato la totalidad de su visión se transforma.

Si tenéis que marcharon mañana, empezáis a hacer las maletas y ya no os preocupa la
habitación que ocupáis en este hotel. De hecho, ya no estáis aquí; preparáis vuestras maletas y
cosas y pensáis en el viaje. Lo mismo sucede con una persona cuando le decís que va a morir,
que la muerte es segura y no se puede evitar y que no debería seguir tonteando; ha llegado el
momento decisivo y sabe que ha desperdiciado demasiado de su vida... De inmediato el
hombre le da la espalda al mundo v empieza a escudriñar en la oscuridad del futuro.
En ese momento, si le habláis sobre la meditación, estará dispuesto a practicarla... y ese
puede ser el mayor de los regalos.

sábado, 23 de julio de 2011

Hacer el bien (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Haced lo que sea necesario en la vida, pero no olvidéis manteneros distantes.
Dejad que suceda en la periferia; el centro se mantiene desvinculado.
Uno ha de hacer cosas, de modo que uno no deja de hacerlas, pero no debería sentirse
perturbado por ellas. No es más que una actuación, una representación. En cuanto entendéis
esto, podéis estar en cualquier parte, en cualquier clase de trabajo y mantener la ecuanimidad;
podéis manteneros absolutamente no contaminados.
El problema es que a lo largo de los siglos al hombre se le ha enseñado a hacer el bien,
no el mal, a hacer esto, no aquello. El hombre ha recibido mandamientos, cosas que se pueden
hacer y cosas que no. Yo no os doy ningún mandamiento. No me preocupa lo que hacéis, mi
única preocupación es con vuestro ser.
Si estáis en silencio, felices, centrados, haced lo que haya que hacer y no habrá
problema. Si no estáis centrados, integrados en vuestro interior; si no os halláis en un estado
de meditación, entonces ni siquiera hacer el bien ayudará. Por esa causa veis que tantas
personas que no dejan de hacer el bien únicamente lo hacen porque buscan obtener un
prestigio con ello. Hacen daño, su resultado último es el daño.
El énfasis ha de estar no en hacer, sino en ser, y esto es un fenómeno totalmente
diferente. No importa que seáis abogados, médicos, ingenieros, prostitutas o políticos; no
importa lo que hacéis. Lo único que importa es saber si estáis centrados en vuestro ser. Eso
cambiará muchas cosas.

viernes, 22 de julio de 2011

Cuento zen- Se mueve



Foto de Arpana Vidroh                   PASA EL MOUSSE POR LA IMAGEN


Dos monjes tenían una discusión a la orilla del río. El maestro, que en ese momento pasaba, se acercó a ellos y les preguntó sobre que se trataba su debate. "Estábamos mirado aquél árbol, y dije que las hojas se movían, pero mi compañero dice que es el viento el que se mueve", dijo uno de los monjes.

El maestro miró al árbol, luego a sus discípulos y les dijo, "es su mente la que se mueve".

jueves, 21 de julio de 2011

Más allá de las palabras ( Krishnamurti)

Foto de Arpana Vidroh        

El escuchar es un arte que no se obtiene fácilmente, pero en él hay belleza y gran comprensión. Escuchamos con distintas intensidades de nuestro ser, pero nuestro escuchar es siempre con una idea preconcebida o desde un punto de vista particular. No escuchamos simplemente; se interpone siempre la pantalla de nuestros propios pensamientos, de nuestras conclusiones, de nuestros prejuicios [...]. Para escuchar tiene que haber quietud interna, una atención relajada; hay que estar libre del esfuerzo de adquirir. Este estado alerta y, no obstante, pasivo, puede escuchar lo que está más allá de la conclusión verbal. Las palabras confunden; son sólo medios exteriores de comunicación; pero para comunicarnos más allá del ruido de las palabras, en el escuchar tiene que haber una pasividad alerta. Los que aman pueden escuchar; pero es extremadamente raro encontrar a alguien que escuche. Casi todos vamos tras de resultados, queremos alcanzar metas; estamos siempre venciendo y conquistando; en consecuencia, no escuchamos. Sólo cuando uno escucha, oye la canción profunda de las palabras

miércoles, 20 de julio de 2011

Tao Ch'ien

Foto de Arpana Vidroh

Al atardecer el aire de la montaña es delicioso,
vuelan los pájaros uno en pos del otro
En esto hay un hondo sentir
pero cuando lo quiero explicar
me faltan las palabras.

martes, 19 de julio de 2011

Dejad las pastillas (Krishnamurti)

Foto a partir de Textura
Arpana Vidroh

¿Cómo escucha usted? Escucha con sus proyecciones, a través de lo que proyecta, a través de sus ambiciones, deseos, temores, ansiedades, escuchando únicamente lo que desea escuchar, lo que será satisfactorio, lo que habrá de gratificarlo, lo que le brindará consuelo, lo que aliviará momentáneamente su sufrimiento? Si escucha a través de la pantalla de sus deseos, entonces escucha su propia voz, es obvio; está escuchando sus propios deseos. Existe alguna otra forma de escuchar no sólo lo que está diciendo, sino todo: la gritería de las calles, el parloteo de las aves, el ruido del tranvía, el mar agitado, la voz de nuestro marido, de nuestra esposa, de nuestros amigos, el llanto de un bebé...? Escuchar es importante sólo cuando no estamos proyectando nuestros propios deseos por medio de aquello que escuchamos. Puede uno dejar de lado todas estas pantallas a través de las que escucha, y escuchar realmente?

lunes, 18 de julio de 2011

Escuchar con facilidad (Krishnamurti )

Foto de Arpana Vidroh


¿Alguna vez se ha sentado usted muy silenciosamente, no con la atención fijada en algo, no haciendo un esfuerzo para concentrarse, sino con la mente muy quieta, realmente silenciosa? Entonces escucha todo, ¿no es así? Escucha tanto los ruidos lejanos como los que están más próximos, y también los sonidos inmediatos, muy cercanos a usted, lo cual significa que presta atención a todo. La mente no está restringida a un solo canal estrecho y pequeño. Si puede escuchar de este modo, con facilidad, sin esforzarse, hallará que dentro de usted se produce un cambio extraordinario, un cambio que adviene sin que ponga voluntad en ello, sin que lo pida; en ese cambio hay gran belleza y profundidad de discernimiento.

domingo, 17 de julio de 2011

Usad Medicinalmente (Osho)

Foto de Arpana Vidroh



Siempre que haya algo de presión del exterior, la entrada directa a la meditación
se torna difícil. De modo que antes de meditar; durante un periodo de quince minutos,
tenéis que hacer algo para cancelar la presión.
Durante quince minutos, sentaos en silencio, pensad que todo el mundo es un sueño... ¡y
lo es! Pensad que es un sueño y que no hay nada de importancia en él. Eso es lo primero.
Lo segundo. Tarde o temprano todo desaparecerá..., también vosotros. No siempre
estuvisteis ahí, no siempre lo estaréis. De manera que nada es permanente. Y tercero: solo sois
testigos. Esto es un sueño pasajero, una película. Recordad estas tres cosas: que este mundo es
un sueño y que todo va a pasar, incluso vosotros. La muerte se acerca y la única realidad que
hay es la del testigo, de modo que solo sois testigos. Relajad el cuerpo, luego sed testigos
durante quince minutos y después meditad. Podréis entrar en la meditación y ya no habrá
problema. Pero siempre que sintáis que esa meditación se ha vuelto sencilla, parad; de lo contrario
se volverá habitual. Ha de ser utilizada solo en condiciones específicas, cuando es difícil
entrar en la meditación. Si la hacéis todos los días, está bien, pero perderá su efecto, y
entonces dejará de funcionar. Así que usadla medicinalmente. Cuando las cosas vayan mal y
se compliquen, hacedlo, y os despejará el camino y seréis capaces de relajaros.

sábado, 16 de julio de 2011

Seguid Saltando (Osho)

foto de Arpana Vidroh

Un día va a suceder: Puedo verlo, justo debajo del horizonte.
En cualquier momento el amanecer es posible. Pero seguid saltando, no os
quedéis dormidos.
Alguien le preguntó a Rothschild: «¿Como se hizo rico,». Y él respondió: «Siempre
esperé mi oportunidad, y cuando llegó, simplemente salté sobre ella». El hombre dijo: «Yo
también esto, esperando mi oportunidad, ¡pero solo la reconozco cuando va se ha ido! Es un
momento tan raro que llega, y cuando estoy, preparado para saltar, va se ha ido». Rothschild
río v repuso: «¡Siga saltando, de lo contrario se la perderá! Eso es lo que yo he estado
haciendo toda mi vida... saltar. Puede que llegue una oportunidad o puede que no, esa no es la
cuestión; yo sigo saltando. Cuando llega, siempre me encuentra saltando. Llega \, se va en un
momento, y como esté pensando en ella, se la perderá».
Así que seguid saltando, en eso consiste únicamente la meditación. Algún día tendrá
lugar la coincidencia. Estaréis saltando v el gran momento andará cerca. Algo encajará y algo
sucederá. Es un acontecimiento; no es algo que uno haga. Pero si no estáis saltando, os lo perderéis.
Es difícil y a veces también aburrido, porque una y otra vez llegáis al mismo espacio y
se convierte en algo circular. Pero seguid saltando.

viernes, 15 de julio de 2011

Celebrad (Osho)

Textura autor desconocido
Foto de Apana Vidroh




Las cosas pequeñas hay que celebrarlas... como beber té. La gente zen ha
transformado este acto en una ceremonia. Es el ritual más hermoso que se ha
desarrollado en el mundo.
Hay, muchas religiones y han nacido muchos rituales, pero no hay nada como la
ceremonia del té... algo tan sencillo como beber té, ¡pero celebrándolo! ¡Cocinar, pero
celebrándolo! Solo tomar un baño... meterse en la bañera y celebrarlo, o estar bajo la ducha y
celebrarlo. Son cosas pequeñas, pero si las celebráis, el total de vuestras celebraciones es de
1o que está compuesto Dios. Si me preguntáis qué es Dios, responderé que la suma de todas
vuestras celebraciones... celebraciones pequeñas v mundanas.
Llega un amigo y os toma la mano. No perdáis esa oportunidad... porque Dios ha
llegado en la forma de esa mano, en la forma de ese amigo. A vuestro lado pasa un niño y ríe.


No perdáis la oportunidad de reír con él, porque Dios ha reído a través de ese niño. Vais por
la calle y os llega la fragancia de los campos. Deteneos un momento, sentíos agradecidos,
porque Dios se ha presentado como esa fragancia.
Si uno puede celebrar momento a momento, la vida se torna religiosa, y no hay otra
religión, no hay necesidad de ir a ningún templo. Allí donde restéis está el templo, y todo lo
que hagáis es religión.

jueves, 14 de julio de 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

Un regalo (cuento zen)


Foto de Arpana Vidroh

Una vez vivió un gran guerrero. Aunque bastante viejo, él aún podía derrotar a cualquier retador. Su reputación se extendió a lo largo y ancho del país, y muchos estudiantes se reunieron para estudiar con él.

Un día, un infame joven guerrero llegó a la aldea. Estaba determinado en ser el primer hombre en derrotar al gran maestro. Junto con su fuerza, tenía una inexplicable habilidad de notar y de explotar cualquier debilidad en un adversario. Esperaba a que su rival hiciera el primer movimiento, de esa manera revelando una debilidad, y después golpeaba con una despiadada fuerza y una velocidad de relámpago. Nunca, nadie había durado en un combate con él, más allá del primer movimiento.

Muy en contra del consejo de sus preocupados estudiantes, el viejo maestro aceptó con mucho gusto el desafío del joven guerrero. Cuando los dos estuvieron en guardia para la lucha, el joven guerrero comenzó a lanzar insultos al viejo maestro. Tiró mugre y escupitajos en su cara. Por horas lo atacó verbalmente con cada maldición e insulto conocido por los hombres. Pero el viejo guerrero simplemente estaba parado allí, inmóvil y tranquilo. Finalmente, el joven guerrero se agotó. Sabiendo que había sido derrotado, se marchó, sintiéndose avergonzado.

Algo decepcionados porque no luchó con el insolente joven, los estudiantes se reunieron alrededor del viejo maestro y le preguntaron. “¿Cómo pudo usted aguantar tal indignidad? ¿cómo lo alejó?”.

“Si alguien viene darles un regalo y ustedes no lo reciben” contestó el maestro, “¿a quién pertenece el regalo?".

martes, 12 de julio de 2011

Cuentos Zen


Foto de Arpana Vidroh

Una vez, un maestro de la ceremonia del té, en el viejo Japón, accidentalmente ofendió a un soldado. Se disculpó rápidamente, pero el impetuoso soldado exigió que el asunto fuera resuelto en un duelo de espada.

El maestro del té, que no tenía experiencia con las espadas, pidió consejo a un amigo maestro de Zen quien sí tenía la habilidad. Mientras su amigo le servia, el espadachín Zen que no lo podía ayudar, notó cómo el maestro del té realizaba su arte con perfecta concentración y tranquilidad. “Mañana”, dijo el espadachín Zen, “cuando se enfrente al soldado, sostenga la espada sobre su cabeza, como si estuviera listo para embestir, y dele la cara con la misma concentración y tranquilidad con las cuales usted realiza la ceremonia del té”.

Al día siguiente, a la hora y lugar acordados para el duelo, el maestro del té siguió este consejo. El soldado, alistándose para atacar, miró fijamente durante largo tiempo la cara completamente atenta pero tranquila del maestro del té. Finalmente, el soldado bajó su espada, se disculpó por su arrogancia, y se fue sin que un solo golpe fuera dado

lunes, 11 de julio de 2011

Basho

Foto de ArpanaVidroh


Las patas de la grulla 
se han hecho mas cortas
en las lluvias de mayo

domingo, 10 de julio de 2011

Felicidades!


Un brindis por agosto........y otro por octubre! :tor_love2:


Hace tiempo, cuando era pequeña, me gustaba mirar el cielo en las preciosas noches de verano. Aquellas noches tenían un olor especial,.... a flores que en la medianoche, regalaban su mejor aroma, y en el cielo, el brillo maravilloso de miles de estrellas. De vez en cuando, un chispazo fugaz cruzaba el firmamento y yo pensaba entonces que una de aquellas estrellitas se habia despegado del negro tapiz para darme las buenas noches. Llegaba el momento de recogerse en los brazos del sueño inocente y feliz de la infancia. En mi ingenuidad, creía que aquel trozo de cielo sólo se podía ver donde yo estaba.
Con el tiempo, descubrí que todos compartimos ese cielo estrellado, esa preciosa luna. Y también que si vemos una estrella fugaz hay que pedir un deseo. Si desde tu cielo este verano vieras cruzar alguna de esas estelas brillantes, cierra los ojos, y recibe el que te envié con la mía,....... deseo de la más grande felicidad para ti,, y que pases el más bello día de cumpleaños.


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sábado, 9 de julio de 2011

Cuento zen


Foto de Arpana Vidroh


Después de ganar varias competencias de tiro al blanco, el joven y algo presumido campeón, desafió a un maestro del Zen famoso por su habilidad como arquero. El joven demostró una notable habilidad técnica cuando impactó el centro de un apartado blanco en su primer intento, y después, cuando partió esa flecha con su segundo tiro. "¡Allí lo tiene!" le dijo al anciano, "¡vea si puede igualar eso!" Imperturbado, el maestro no sacó su arco, en vez de eso le hizo un gesto para que lo acompañara a la montaña.

Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió, hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un débil e inestable tronco.

Caminando tranquilamente hasta el centro del frágil y ciertamente peligroso puente, el viejo maestro escogió un lejano árbol como blanco, sacó su arco, y disparó un tiro limpio y directo.

"Ahora es su turno", le dijo mientras regresaba distinguidamente hasta suelo seguro.

Mirando con terror el aparente abismo sin fondo, el joven no pudo forzarse a caminar sobre el tronco, ni menos disparar al blanco.

"Usted tiene mucha habilidad con su arco", dijo el maestro, notando el aprieto de su desafiante, "pero tiene poca habilidad con la mente, que le deja aflojar el tiro".

viernes, 8 de julio de 2011

Cuento zen

Foto de Arpana Vidroh
Un estudiante de artes marciales se acercó a su profesor con una pregunta. “Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales. Además de aprender de usted, quisiera estudiar con otro profesor, para aprender otro estilo. ¿Qué piensa usted de esta idea?”. 

“El cazador que persigue dos conejos”, contestó al profesor, “no atrapa ninguno”.

jueves, 7 de julio de 2011

Cuento Zen

Foto de Arpana Vidroh

Había una vez, un erudito filósofo bien conocido, que se ofrendó al estudio del Zen por muchos años.

El día que finalmente alcanzó la iluminación, sacó todos sus libros al jardín y los quemó.

miércoles, 6 de julio de 2011

La Danza llamada amor

Foto de Arpana Vidroh


Nunca he dicho que el amor es destruido por el matrimonio. ¿Cómo puede el matrimonio destruir el amor? Sí, se destruye en el matrimonio pero es destruido por ti, no por el matrimonio. Es destruido por la pareja. ¿Cómo puede el matrimonio destruir el amor? Eres tú quien lo destruye porque no sabes qué es el amor. Simplemente pretendes saber, simplemente esperas saber; sueñas que sabes, pero tú no sabes qué es el amor. El amor tiene que ser aprendido; es el arte más grande que existe.

Si la gente está bailando y alguien te dice, “Ven a bailar,” tú respondes, “No sé cómo hacerlo.” No saltas simplemente y comienzas a bailar y haces que todos piensen que eres un gran bailarín. Sólo demostrarás ser un bufón. No te demostrarás a ti mismo ser un bailarín. Tiene que ser aprendido — su gracia, su movimiento. Tienes que entrenar al cuerpo para ello.

No empiezas simplemente a pintar sólo porque el lienzo está disponible y el pincel está allí y el color está allí. Tú no comienzas a pintar. No dices, “Todos los requisitos están aquí, así que puedo pintar.” Túpuedes pintar pero de esa manera no serás un pintor.

Te encuentras con una mujer — el lienzo está allí. De inmediato te conviertes en un amante; comienzas a pintar. Y ella comienza a pintar en ti. Por supuesto ambos demuestran ser unos tontos — unos tontos pintados — y tarde o temprano entienden lo qué está sucediendo. Pero tú nunca pensaste que el amor es un arte. No naces con el arte; no tiene nada que ver con tu nacimiento. Tienes que aprenderlo. Es el arte más sutil.

Naces sólo con una capacidad. Por supuesto, naces con un cuerpo; puedes ser un bailarín porque tienes el cuerpo. Puedes mover tu cuerpo y puedes ser un bailarín pero el bailar tiene que ser aprendido. Se necesita mucho esfuerzo para aprender a bailar. Y el bailar no es tan difícil porque solamente tú estás involucrado en ello.

El amor es mucho más difícil. Es bailar con alguien más. El otro también se necesita para saber qué es el baile. El acoplarse con alguien es un gran arte. Crear una armonía entre dos personas… dos personas significan dos mundos diversos. Cuando dos mundos se acercan, el choque va a estar allí si no sabes cómo armonizar. El amor es armonía. Y la felicidad, la salud, la armonía, todo surge del amor. Aprende a amar. No tengas prisa para el matrimonio, aprende a amar. Primero conviértete en un gran amante.

¿Y cuál es el requisito? El requisito es que un gran amante siempre está listo para dar amor y no se incomoda si es correspondido o no. Siempre regresa; está en la misma naturaleza de las cosas. Es como si vas a las montañas y cantas una canción, y los valles responden. ¿Te has percatado de un punto de eco en las montañas, en las colinas? Tú gritas y los valles gritan, o tú cantas y los valles cantan. Cada corazón es un valle. Si viertes amor en él, responderá.

La primera lección del amor es no pedir amor, sino sólo dar. Conviértete en un dador.

La gente está haciendo justo lo contrario. Aún cuando dan, dan sólo con la idea de que el amor debe regresar. Es un negocio. No comparten, no comparten libremente. Comparten con una condición. Siguen observando de reojo si está volviendo o no. Gente muy pobre… no conocen el funcionamiento natural del amor. Tú simplemente viértelo, él regresará.

Y si no está viniendo, no hay por qué preocuparse pues un amante sabe que amar es ser feliz. Si llega, bien; entonces la felicidad se multiplica. Pero aún si nunca regresa, en el mismo acto de amar llegas a estar tan feliz, tan extático, que ¿quién se preocupa de si viene o no?

El amor tiene su propia felicidad intrínseca. Sucede cuando amas. No hay necesidad de esperar el resultado. Sólo empieza a amar. Poco a poco verás que mucho más amor está regresando a ti. Uno ama y llega a saber qué es el amor solamente amando. Así como uno aprende a nadar nadando, amando uno ama.

La gente es muy avara. Están esperando que aparezca algún gran amante, entonces amarán. Permanecen cerrados, permanecen aislados. Sólo esperan. De algún lugar vendrá alguna Cleopatra y entonces abrirán su corazón, pero para cuando llegue ese momento ellos habrán olvidado completamente cómo abrirlo.

No te pierdas ninguna oportunidad de amar. Incluso al pasar por una calle puedes ser amoroso. Incluso con el mendigo puedes ser amoroso. No hay necesidad de que tengas que darle algo; puedes sonreír por lo menos. No cuesta nada pero tu misma sonrisa abre tu corazón, hace tu corazón más vivo. Toma la mano de alguien — un amigo o un extraño. No esperes a amar solamente cuando llegue la persona adecuada. La persona adecuada nunca sucederá. Continúa amando. Cuanto más amas, mayor es la posibilidad de que suceda la persona adecuada, porque tu corazón comienza a florecer. Y un corazón floreciente atrae muchas abejas, muchos amantes.

Te han entrenado de una manera muy equivocada. Primero, todos viven bajo una impresión equivocada de que todos ya son amantes. Sólo por haber nacido, piensas que eres un amante. No es tan fácil. Sí, hay un potencial, pero ese potencial tiene que ser entrenado, disciplinado. Una semilla existe, pero tiene que convertirse en una flor.

Tú puedes seguir cargando tu semilla; ninguna abeja vendrá. ¿Has visto alguna vez a las abejas venir a las semillas? ¿No saben que las semillas pueden convertirse en flores? Pero vienen cuando ellas se vuelven flores. Conviértete en una flor, no sigas siendo una semilla.

Dos personas, infelices por separado, crean más infelicidad el uno para el otro cuando se juntan. Eso es matemático. Tú eras infeliz, tu esposa era infeliz ¿y ambos están esperando que al estar juntos llegarán a ser felices? Esto es… esto es una aritmética tan ordinaria, como dos más dos son cuatro. Es así de simple. No es parte de ningunas matemáticas más elevadas; es muy ordinario, puedes contarlo con tus dedos. Ambos llegarán a ser infelices.

Cortejar es una cosa. No dependas del cortejo. De hecho antes de que te cases, desházte del cortejo. Mi sugerencia es que el matrimonio debería ocurrir después de la luna de miel, nunca antes. Solamente si todo va bien, sólo entonces el matrimonio debería ocurrir.

La luna de miel después de la unión es muy peligrosa. Por lo que sé, el noventa y nueve por ciento de los matrimonios se terminan en el momento en que se acaba la luna de miel. Pero entonces estás atrapado, entonces no hay manera de escaparte. Entonces la sociedad entera, la ley, la corte — todos están en tu contra si dejas a tu esposa, o si la esposa te deja. Entonces la moralidad entera, la religión, el sacerdote, todos están contra ti. De hecho la sociedad debería crear todas las barreras posibles para el matrimonio y ninguna barrera para el divorcio. La sociedad no debería permitir que la gente se casara tan fácilmente. La corte debería crear barreras — vive con la mujer por dos años cuando menos, entonces la corte puede permitir que te cases.

Ahora están haciendo justo lo contrario. Si deseas casarte, nadie pregunta si estás listo o si es sólo un capricho, sólo porque te gusta la nariz de la mujer. ¡Qué insensatez! Uno no puede estar con alguien tan sólo por una nariz larga. Después de dos días la nariz se olvidará. ¿Quién mira la nariz de la propia esposa? La esposa nunca parece hermosa, el marido nunca parece hermoso. Una vez que te conocen, la belleza desaparece.

Se debería permitir que dos personas vivieran juntas el tiempo suficiente para llegar a conocerse, a familiarizarse el uno con el otro. Y aunque desearan casarse, no debería permitírseles. Entonces los divorcios desaparecerán del mundo. Los divorcios existen porque las uniones son equivocadas y forzadas. Los divorcios existen porque las uniones se hacen en un estado de romanticismo.

El romanticismo está bien si eres un poeta… y los poetas no son conocidos como buenos maridos o buenas esposas. De hecho los poetas son casi siempre solteros. Se dan sus buenos ratos pero nunca son atrapados, y por lo tanto su romance se mantiene vivo. Continúan escribiendo poesía, poesía hermosa. Uno no debería casarse con una mujer o con un hombre en un estado de ánimo poético. Permite que el humor de la prosa llegue, luego decide. Porque la vida cotidiana se parece más a la prosa que a la poesía. Uno debería llegar a ser lo suficientemente maduro.

La madurez significa que uno ya no es más un tonto romántico. Uno entiende la vida, uno entiende la responsabilidad de la vida, uno entiende los problemas de estar junto a una persona. Uno acepta todas esas dificultades y aún así decide vivir con la persona. Uno no está esperando que sólo vaya a haber cielo, sólo rosas. Uno no está esperando tonterías; uno sabe que la realidad es ardua. Es áspera. Hay rosas, pero lejos y en el medio; hay muchas espinas.

Cuando llegas a estar alerta de todos estos problemas y aún así decides que vale le pena arriesgar y estar con una persona preferentemente que estar solo, entonces cásate. Entonces los matrimonios nunca matarán el amor, porque este amor es realista. El matrimonio puede matar solamente el amor romántico. Y el amor romántico es lo que la gente llama amor infantil. Uno no debería depender de él. Uno no debería pensar en él como alimento. Puede ser sólo como el helado. Puedes comerlo a veces, pero no dependas de él. La vida tiene que ser más realista, más prosa.

El matrimonio en sí mismo nunca destruye nada. El matrimonio simplemente hace que aflore cualquier cosa que esté oculta en ti; la trae hacia fuera. Si el amor se oculta detrás de ti, dentro de ti, el matrimonio lo trae hacia fuera. Si el amor era sólo una pretensión, sólo un cebo, entonces tarde o temprano tiene que desaparecer. Y entonces tu realidad, tu fea personalidad surgirá. El matrimonio es simplemente una oportunidad, así que cualquier cosa que tuvieras que sacar se pondrá en evidencia.

No estoy diciendo que el amor es destruido por el matrimonio. El amor es destruido por la gente que no sabe amar. El amor es destruido porque en primer lugar el amor no existe. Tú has estado viviendo en un sueño. La realidad destruye ese sueño. De lo contrario el amor es algo eterno, parte de la eternidad. Si tú creces, si conoces el arte y aceptas las realidades del amor-vida, entonces sigue creciendo a diario. El matrimonio se convierte en una enorme oportunidad para crecer en amor.

Nada puede destruir el amor. Si está allí, continúa creciendo. Pero mi sensación es que en primer lugar no está allí. Tú mismo te malentiendes; algo más estaba allí. El sexo estaba quizás allí, el atractivo sexual estaba allí. Entonces va a ser destruido, porque una vez que has amado a una mujer, entonces el atractivo sexual desaparece, porque el atractivo sexual se da solamente con el desconocido. Una vez que has probado el cuerpo de la mujer o del hombre, entonces el atractivo sexual desaparece. Si tu amor era solamente atractivo sexual entonces va a desaparecer. Así que nunca malentiendas el amor por algo más. Si el amor es realmente amor…

¿Qué significa cuando digo “ama realmente”? Quiero decir que tan sólo estando en presencia del otro te sientes repentinamente feliz, tan sólo con estar juntos te sientes extático, simplemente con la sola presencia del otro se satisface algo profundamente en tu corazón… algo comienza a cantar en tu corazón, entras en armonía. Tan sólo la presencia del otro te ayuda a estar integrado; te vuelves más individual, más centrado, más aterrizado. Entonces es amor.

El amor no es pasión, el amor no es una emoción. El amor es una comprensión muy profunda de que alguien de alguna manera te completa. Alguien te vuelve un círculo completo. La presencia del otro realza tu presencia. El amor te da la libertad para ser tú mismo; no es posesividad.

Así pues, observa. Nunca pienses en el sexo como amor, de lo contrario te lo creerás. Estáte alerta, y cuando comiences a sentir con alguien que tan sólo la presencia, la sola presencia — nada más, nada más se necesita; tú no pides nada — tan sólo la presencia, tan sólo que el otro es, es suficiente para hacerte feliz… algo comienza a florecer dentro de ti, mil y un lotos florecen… entonces estás enamorado, y entonces puedes pasar por todas las dificultades que la realidad crea. Muchas angustias, muchas ansiedades — tú podrás pasarlas todas, y tu amor estará floreciendo cada vez más, porque todas esas situaciones se convertirán en desafíos. Y tu amor, superándolas, se hará cada vez más fuerte.

El amor es eternidad. Si está allí, entonces continúa creciendo y creciendo. El amor conoce el principio pero no conoce el final.

martes, 5 de julio de 2011

La corriente

Foto de Arpana Vidroh

Cuenta una historia taoísta que un anciano cayó accidentalmente en los rápidos del río llevándolo a una alta y peligrosa cascada. Los espectadores temieron por su vida. Milagrosamente, salió vivo e ileso, río abajo al final de la cascada.

La gente le preguntó cómo logró sobrevivir. “Yo me adapté al agua, no el agua a mí. Sin pensar, me dejé moldear por el agua. Hundiéndome en la corriente, salí con la corriente. Así es cómo sobreviví”.

(Algunas versiones describen a Confucio como testigo de este suceso. También, en algunas versiones, el anciano explica cómo ha estado saltando en la cascada, de la misma forma, desde que era un niño.)

lunes, 4 de julio de 2011

El dios del amor ( Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Entregaos a algo más grande que vosotros dos... eso es el Dios del amor:
En sí mismo el mito de que hay, un Dios del amor es hermoso, es una comprensión
tremenda. Entonces dos amantes pueden entregarse al Dios y mantenerse independientes. Y
cuando sois independientes hay belleza... de lo contrario os convertís en una sombra. Si la
pareja se convierte en una sombra, en ese mismo momento empezaréis a perder interés en
ella... ¿quién ama a una sombra? Si os convertís en una sombra, vuestra pareja empezará a
perder interés en vosotros. Queremos amar a verdaderos seres humanos, no a sombras.
No hace falta transformarse en la sombra de nadie. Seguid siendo vosotros mismos, y
que vuestra pareja haga lo mismo. De hecho, al entregaros al Dios del amor, os volvéis
auténticos. Y nunca sois tan auténticos como cuando os volvéis auténticos por primera vez.
Dos seres auténticos pueden amar muy profundamente... y luego ya no existe la necesidad de
contenerse.
Dejad que subraye esta idea: cuando os entregáis al Dios del amor, ya no es tan
importante si vuestra pareja se queda, os deja u os vais vosotros. Lo importante es que el amor
permanece. Vuestra entrega es al amor, no a la pareja. De modo que la única cuestión es no
traicionar el amor. Los amantes pueden

domingo, 3 de julio de 2011

Alegoría del carruaje (J Bucay)

Foto de Arpana Vidroh

Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice:
—Sal a la calle que hay un regalo para vos.
Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy “chic”. Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bordó y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo... todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.
Entonces miro por la ventana y veo “el paisaje”: de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino... y digo: “¡Qué bárbaro este regalo! Qué bien, qué lindo...” Y me quedo un rato disfrutando de esa sensación.
Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.
Me pregunto: “¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?” Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve para nada.
De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinándome:
—¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?
Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.
—Le faltan los caballos —me dice antes que llegue a preguntarle.
Por eso veo siempre lo mismo —pienso—, por eso me parece aburrido...
—Cierto —digo yo.
Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro grito:
—¡¡Eaaaaa!!
El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.
Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.
Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.
Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de na-da; los caballos me arrastran a donde ellos quieren.
Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.
Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.
En ese momento, veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. Lo insulto:
—¡Qué me hizo!
Me grita:
—¡Te falta el cochero!
—¡Ah! —digo yo.
Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar a un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.
Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron.
Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero adónde quiero ir.
Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.
Yo... Yo disfruto del viaje.
Esta pequeña alegoría debería servirnos para entender el concepto holístico del ser.
Hemos nacido, salido de nuestra “casa” y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo. Un carruaje diseñado especialmente para cada uno de nosotros. Un vehículo capaz de adaptarse a los cambios con el paso del tiempo, pero que será el mismo durante todo el viaje.
A poco de nacer, nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje —el cuerpo— no serviría para nada si no tuviese caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.
Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llevaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es cuando aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente. Ese cochero manejará nuestro mejor tránsito.
Hay que saber que cada uno de nosotros es por lo menos los tres personajes que intervienen allí.
Vos sos el carruaje, sos los caballos y sos el cochero durante todo el camino, que es tu propia vida.
La armonía deberás construirla con todas estas partes, cuidando de no dejar de ocuparte de ninguno de estos tres protagonistas.
Dejar que tu cuerpo sea llevado sólo por tus impulsos, tus afectos o tus pasiones puede ser y es sumamente peligroso. Es decir, necesitás de tu cabeza para ejercer cierto orden en tu vida.
El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos. No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque... ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje.
Obviamente, tampoco podés descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el trayecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje.
Recién cuando puedo incorporar esto, cuando sé que soy mi cuerpo, mi dolor de cabeza y mi sensación de apetito, que soy mis ganas y mis deseos y mis instintos; que soy además mis reflexiones y mi mente pensante y mis experiencias... Recién en ese momento estoy en condiciones de empezar, equipado, este camino, que es el que hoy decido para mí.

sábado, 2 de julio de 2011

Alimento (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Cuando nace un niño, su primer amor y su primer alimento son lo mismo: la
madre. De modo que existe una profunda asociación entre el alimento y el amor; de
hecho, el alimento va primero y luego lo sigue el amor.
El primer día el niño no puede comprender el amor. Entiende el lenguaje de la comida,
el lenguaje natural y primitivo de todos los animales. El niño nace con hambre; necesita
comida de inmediato. El amor no será necesario hasta mucho después... no se trata de una
emergencia. Uno puede vivir sin amor durante toda la vida, pero no sin alimentos... ahí radica
el problema.
Poco a poco también siente que siempre que la madre está cariñosa le ofrece el pecho de
una manera diferente. Cuando no está cariñosa, sino enfadada o triste, le brinda el pecho con
mucha renuencia, o ni siquiera se lo da. De modo que el niño cobra conciencia de que siempre
que la madre está cariñosa, siempre que el alimento está disponible, también lo está el amor.
Esto reside en el inconsciente.
Cuando os falta una vida de amor, coméis más... es un sustituto. Y con la comida las
cosas son sencillas, porque la comida está muerta. Podéis seguir comiendo todo lo que
queráis... la comida no os puede decir que no. Con el alimento uno sigue siendo el amo. Pero
en el amor uno ya no lo es.
Así que os digo, olvidaos de la comida, seguid comiendo tanto como queráis. Pero
empezad una vida de amor, y de inmediato veréis que ya no coméis tanto. ¿Lo habéis notado?
Si sois felices, no coméis tanto. La gente cree que cuando es feliz come demasiado, pero no
son más que tonterías. Una persona feliz se siente tan realizada que no percibe ningún espacio
dentro. Un hombre infeliz no deja de tragar comida.

viernes, 1 de julio de 2011

EL REY CICLOTIMICO (Autor desconocido)

Foto de Arpana Vidroh


Cuando comencé a hablar, me di cuenta de mi aceleramiento.

Estaba eufórico.

A medida que le contaba a Jorge, me daba cuenta de cuántas cosas había hecho durante la semana.

Como otras veces, me sentía un Supermán triunfal, un enamorado de la vida. Le contaba al gordo mis planes para los próximos días.

Tenía tanta fuerza, tanta energía...

El gordo se sonrió alegre y acompañante.

Como siempre, me pareció que ese tipo me acompañaba en mis estados de ánimo, cualesquiera que fueran. Compartir esta alegría con Jorge era una razón más para estar alegre. Todo me salía bien. Seguí planeando cosas. No me alcanzarían dos vidas para hacer lo que estaba dispuesto a empezar.

—¿Te cuento un cuento? –dijo.

Con esfuerzo, reconozco, me callé.

Había una vez un rey muy poderoso que reinaba un país muy lejano. Era un buen rey. Pero el monarca tenía un problema:

era un rey con dos personalidades.

Había días en que se levantaba exultante, eufórico, feliz. Ya desde la mañana, esos días aparecían como

maravillosos. Los jardines de su palacio le parecían más bellos.

Sus sirvientes, por algún extraño fenómeno, eran amables y eficientes esas mañanas.

En el desayuno confirmaba que se fabricaban en su reino las mejores harinas y se cosechaban los mejores frutos.

Esos eran días en que el rey rebajaba los impuestos, repartía riquezas, concedía favores y legislaba por la paz y por el bienestar de los ancianos. Durante esos días, el rey accedía a todos los pedidos de sus súbditos y amigos.

Sin embargo, había también otros días..Eran días negros. Desde la mañana se daba cuenta de que hubiera preferido dormir un rato más. Pero cuando lo notaba ya era tarde y el sueño lo había abandonado.

Por mucho esfuerzo que hacía, no podía comprender por qué sus sirvientes estaban de tan mal humor y ni siquiera lo atendían bien. El sol le molestaba aun más que las lluvias. La comida estaba tibia y el café demasiado frío. La idea de recibir gente en su despacho le aumentaba su dolor de cabeza.

Durante esos días, el rey pensaba en los compromisos contraídos en otros tiempos y se asustaba pensando en cómo cumplirlos. Esos eran los días en que el rey aumentaba los impuestos, incautaba tierras, apresaba opositores...

Temeroso del futuro y del presente, perseguido por los errores del pasado, en esos días legislaba contra su pueblo y su palabra más usada era NO.

Consciente de los problemas que estos cambios de humor le ocasionaban, el rey llamó a todos los sabios, magos y asesores de su reino a una reunión.

—Señores –les dijo— todos ustedes saben acerca de mis variaciones de ánimo. Todos se han beneficiado de mis euforias y han padecido mis enojos. Pero el que más padece soy yo mismo, que cada día estoy deshaciendo lo que hice en otro tiempo, cuando veía las cosas de otra manera.

Necesito de ustedes, señores, que trabajéis juntos para conseguir el remedio, sea brebaje o conjuro que me impida ser tan absurdamente optimista como para no ver los hechos y tan ridículamente pesimista como para oprimir y dañar a los que quiero.

Los sabios aceptaron el reto y durante semanas trabajaron en el problema del rey.

Sin embargo todas las alquimias, todos los hechizos y todas las hierbas no consiguieron encontrar la respuesta al asunto planteado.

Entonces se presentaron ante el rey y le contaron su fracaso.

Esa noche el rey lloró.

A la mañana siguiente, un extraño visitante le pidió audiencia..Era un misterioso hombre de tez oscura y raída túnica que alguna vez había sido blanca.

—Majestad –dijo el hombre con una reverencia—, del lugar de donde vengo se habla de tus males y de tu dolor. He venido a traerte el remedio.

Y bajando la cabeza, acercó al rey una cajita de cuero.

El rey, entre sorprendido y esperanzado, la abrió y buscó dentro de la caja. Lo único que había era un anillo plateado.

—Gracias –dijo el rey entusiasmado— ¿es un anillo mágico?

—Por cierto lo es –respondió el viajero—, pero su magia no actúa sólo por llevarlo en tu dedo...

Todas las mañanas, apenas te levantes, deberás leer la inscripción que tiene el anillo. Y recordar esas palabras cada vez que veas el anillo en tu dedo.

El rey tomó el anillo y leyó en voz alta:

Debes saber que ESTO también pasará.