miércoles, 22 de junio de 2011

Energía (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Cuando el árbol está a rebosar de vitalidad, florece. Las flores son un lujo. Solo
cuando tenéis mucho y no podéis contenerlas, se manifiestan hacia fuera.
La espiritualidad es un florecimiento, es el lujo definitivo. Si estáis a rebosar de
vitalidad, solo entonces algo como una flor dorada florece en vosotros. William Blake tiene
razón al manifestar que la energía es deleite. Cuanta más energía tengáis, más deleite
experimentaréis.
La desesperación surge por una pérdida continuada de energía; y las personas han
olvidado cómo contenerla. En mil y un pensamientos, preocupaciones, deseos, imaginación,
sueños, recuerdos... la energía se pierde. Y también en cosas innecesarias que se pueden
evitar. Cuando no hay necesidad de hablar, la gente sigue hablando. Cuando no hay necesidad
de hacer nada, no es capaz de permanecer sentada en silencio. Tiene que «hacer».
Las personas están obsesionadas con hacer, como si ello fuera algo que embriagara; las
mantiene borrachas. Permanecen ocupadas para no tener tiempo para pensar sobre los
verdaderos problemas de la vida. Se mantienen atareadas para no tropezar consigo mismas.
De lo contrario, tienen miedo al abismo que se abre en su interior. Así es como la energía no
cesa de filtrarse y el motivo por el que nunca tenéis suficiente.
Hay que aprender a desprenderse de lo innecesario. Y el noventa por ciento de la vida
corriente es innecesario; se puede dejar con facilidad. Hay que ser casi telegráfico, mantener
justo lo esencial, y os quedará tanta energía que un día, de pronto, comenzáis a florecer, sin
ningún otro motivo.