miércoles, 27 de abril de 2011

Punto cero (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Nos hemos acostumbrado a los altibajos: cuando estamos arriba, nos sentimos
bien; cuando estamos abajo, nos sentimos mal. Pero justo en el medio hay un punto
que no es ni arriba ni abajo; es el punto neutral.
A veces ese punto neutral asusta mucho, porque si uno se siente mal, uno sabe a qué se
debe; si uno se siente bien, también sabe a qué se debe. Pero cuando no se puede sentir
ninguna de las dos cosas, uno simplemente se halla en una especie de limbo y siente miedo.
Pero ese punto es muy hermoso. Si sois capaces de aceptarlo, os dará una percepción inmensa
sobre vuestra vida. Cuando estáis arriba, eso os perturba; todos los placeres conllevan un
estado febril de excitación. Y cuando estáis abajo, una vez más os veis perturbados de un
modo negativo. Cuando estáis arriba, queréis aferraros a ese estado; cuando estáis abajo,
queréis salir de él. Hay algo en lo que trabajar y en lo que mantenerse ocupado, pero cuando
os halláis justo en el medio, toda la fiebre se desvanece; es el punto cero.
A través de ese punto cero se puede disponer de una inmensa percepción de uno mismo,
porque todo está en silencio.
No hay felicidad ni infelicidad, de modo que no hay ningún tipo de ruido, hay absoluta
quietud. Buda empleó este punto muy profundamente con todos sus discípulos. Era una
obligación, todo el mundo debía alcanzarlo primero, y luego comenzaba el trabajo. Él lo
llamaba upeksha, otro nombre para neutralidad.