sábado, 19 de febrero de 2011

Ilusiones de satisfacción (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Solo al ser un Buda existe satisfacción; las demás formas de satisfacción son
meros consuelos, un simple confort en el máximo de los casos, ilusiones creadas por la
mente.
Vivir constantemente en la insatisfacción es tan doloroso que la mente crea ilusiones de
satisfacción; esas ilusiones mantienen en marcha a la gente, la ayudan. Si os lleváis todas las
ilusiones, una persona no dispondrá de ningún motivo para vivir ni siquiera durante un
momento más. Son necesarias. En la inconciencia, las ilusiones son obligatorias, porque a
través de ellas creamos falsos significados en la vida, y naturalmente, hasta que lo real haya
sucedido, debemos continuar creando significados falsos. Cuando una persona se harta de un
falso significado, crea otro. Cuando se harta del dinero, se traslada a la política; cuando se
harta de la política, empieza a trasladarse a otra cosa. Hasta la así llamada religión no es más
que una ilusión sutil.
La religión verdadera no tiene nada que ver con las así llamadas religiones: el
cristianismo, el hinduismo, el islam. La religión verdadera es la destrucción de todas las
ilusiones. Es vivir en insatisfacción, en profundo sufrimiento, en absoluto dolor, y buscar lo
real.
El sendero es de gran dolor y solo unos pocos lo alcanzan, porque en primer lugar las
personas no pueden lanzarse a él; no pueden aceptar el dolor de la vida, pero ese dolor es la
fuente de todo crecimiento. Ver la verdad desnuda del todo -sin evitarla ni huir de ella,
mirándola de frente- es el comienzo de la inteligencia, el comienzo de la atención, el inicio de
la conciencia.