domingo, 14 de agosto de 2011

Oír y escuchar (Osho)


El arte de la escucha divina... eso es la meditación. Si uno puede aprender a
escuchar correctamente, habrá aprendido el secreto más profundo de la meditación. La
gente oye pero no escucha.
Oír es una cosa... escuchar, algo por completo diferente; son dos mundos aparte. Oír es
un fenómeno físico; oís porque tenéis orejas. Escuchar es un fenómeno espiritual. Lo hacéis
cuando ponéis atención, cuando vuestro ser interior se une a vuestras orejas.
Escuchad los sonidos de las aves, el viento al pasar entre los árboles, el río desbordado,
el océano al rugir y las nubes, las personas, el lejano tren al pasar, los coches en la carretera...
cada sonido ha de ser usado. Y escuchad sin ninguna imposición sobre lo que escucháis... no
juzguéis; en cuanto juzgáis, la escucha se detiene.
La persona realmente atenta se mantiene sin conclusiones; jamás saca una conclusión
sobre nada. Como la vida es un proceso... nunca algo termina. Solo la persona necia puede
sacar conclusiones; la persona sabia titubeará antes de hacerlo. De modo que escuchad sin
conclusiones. Simplemente escuchad: alertas, silenciosos, abiertos, receptivos. Estad ahí,
totalmente con el sonido que os rodea.


Y os sorprenderéis: un día de repente el sonido está ahí, vosotros estáis escuchando, y
sin embargo hay silencio. Es un silencio verdadero que acontece a través del sonido.