domingo, 1 de mayo de 2011

Inseguridad (Osho)

Foto de Arpana Vidroh
El hombre es una flor frágil. Cualquier piedra puede aplastarlo. Cualquier
accidente, y desaparecéis. Una vez que entendéis esto...
Aunque sintáis mucho miedo, ¿qué hacer? La noche es oscura, el camino desconocido,
no hay ninguna luz que lo ilumine, nadie que os guíe, ningún mapa, entonces, ¿qué hacer? Si
os gusta llorar, llorad, pero eso no ayuda a nadie. Mejor aceptarlo y tantear en la oscuridad.
Disfrutad mientras sois. ¿Por qué perder tiempo en busca de seguridad cuando esta no es
posible? Esta es la sabiduría de la inseguridad. Una vez que la entendéis, que la aceptáis,
quedáis liberados del miedo.
Sucede siempre en el frente de guerra, cuando los soldados salen a combatir, que los
domina el miedo, porque la muerte los espera. Quizá jamás regresen. Tiemblan, no pueden
dormir, sufren pesadillas. Una y otra vez sueñan con que los han matado o mutilado. Pero en
cuanto llegan al frente, todo el miedo se desvanece. En cuanto ven que la muerte está
aconteciendo, que la gente muere, que otros soldados han muerto, que sus amigos puede que
estén muertos, que las bombas caen y las balas silban... en menos de veinticuatro horas se
asientan, el miedo desaparece. Lo aceptan; empiezan a jugar a las cartas mientras a su
alrededor silban las balas. Beben té y lo disfrutan como nunca antes lo han disfrutado, porque
puede que sea su última taza. Bromean y ríen, bailan y cantan. ¿Qué hacer? Cuando la muerte
está ahí, está ahí.
Eso es inseguridad. Aceptadla, y entonces desaparecerá.