domingo, 20 de marzo de 2011

El amor no iluminado

Foto de Arpana Vidroh

El amor no representa necesariamente libertad. Debería ser así... seria lo ideal.
Así cave recordad siempre, si amáis a alguien con conciencia, solo entonces va a ser
una bendición. De lo contrario, nadie sabe...
El amor puede ser destructivo de muchas maneras, porque no es necesariamente algo
iluminado. Una madre ama a su hijo y todo el mundo sufre por ese amor. Preguntádselo a los
psiquiatras, a los psicólogos. Afirman que todas las neurosis se pueden reducir a la relación
madre-hijo. Muchas personas que hay en los psiquiátricos sufren únicamente de amor. Los
padres aman a sus hijos, los sacerdotes aman, los políticos aman. Todo el mundo ama, pero el
amor no es algo necesariamente iluminado.
Cuando el amor es iluminado, es compasión. Entonces posee una cualidad totalmente
diferente. Os aporta libertad. Toda su función es brindar libertad. Y no solo habla de libertad,
sino que realiza los máximos esfuerzos para volveros libres y destruir todos los obstáculos
que surgen en el sendero del amor.
Así que el amor puede existir, pero no puede estar alerta. Entonces es destructivo. El
amor más conciencia es igual a compasión. El amor solo no es suficiente, de lo contrario el
mundo va se habría convertido en un paraíso. Amáis a vuestra pareja, vuestra pareja os arpa,
pero ¿qué pasa al final? Nada más que destrucción. Vuestro amor está bien, pero vosotros no.
Hay algo en lo más hondo del inconsciente que no deja de crear cosas de las que no sois
conscientes.
No digo que haya que negar el amor, pero sí que no debería ocupar el primer lugar. Ese
privilegio debería tenerlo la conciencia. El amor ha de seguirla corno una sombra.