miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Ahora qué? ( Osho)

Foto de Arpana Vidroh
Mientras hacéis algo -tallar, pintar, esculpir-, estáis enfrascados en ello. Es
vuestro gozo, vuestra meditación. Pero al terminar, naturalmente regresáis a la mente y
esta os empieza a preguntar: «¿Qué sentido tiene?».
Se dice de Gibbon que cuando terminó su historia del mundo lloró. Le había requerido
treinta años de trabajo; día y noche, año sí y otro también, trabajando sin cesar. Cada día
dormía cuatro horas y trabajaba veinte. Al concluirlo, lloró. Su esposa no podía creerlo, ni
tampoco sus discípulos.
«¿Por qué lloras?», le preguntaron. Todo el mundo estaba feliz por la finalización de la
obra, el registro más grande de la historia estaba acabado. Pero él lloraba. «¿Ahora qué haré?
¡Estoy acabado!» Y murió a los tres años; no le quedaba nada más que hacer. Siempre había
sido un hombre joven; el día en que terminó su trabajo, se hizo viejo. Le sucede a cada
creador: un pintor se halla tan apasionadamente absorto en su cuadro que cuando lo termina,
de pronto siente un vacío y se pregunta: «¿Ahora qué? ¿Por qué lo hice?». Se necesita unagran percepción para ver que el gozo de la pintura radica en la propia pintura. No hay un
resultado... el fin y los medios no están separados.
Si estáis disfrutando de algo determinado, ahí radica su esencia; no pidáis nada más.
¿Qué más necesitáis? La consecución está en el mismo proceso. Habéis crecido a través de él,
esa es la consecución. Os habéis hecho más profundos en él; esa es la consecución. Os habéis
acercado al centro de vuestro ser, ese es el logro. Si sois conscientes, la sensación de
inutilidad desaparecerá.