sábado, 5 de marzo de 2011

Adoración (Osho)

Foto de Arpana Vidroh
La actitud de la adoración es algo que debe sentirse. Por lo general es algo que ha
desaparecido del mundo. La gente ha olvidado por completo cuál es su significado
verdadero.
La adoración es un enfoque hacia la realidad con el corazón de un niño: nada
calculador, ni taimado ni analítico, sino lleno de asombro, de una tremenda sensación de
maravilla. Os rodea una sensación de misterio... la sensación de la presencia de lo oculto que
hay en la existencia, que las cosas no son lo que parecen. La apariencia no es más que la
periferia. Mucho más allá de la apariencia se oculta algo de tremenda importancia.
De modo que cuando un niño corre en pos de una mariposa, lo hace con actitud de
adoración. O cuando llega a un camino y de pronto se encuentra con una flor, una flor
corriente, pero a la que observa con profundo asombro. O cuando se topa con una serpiente y
se descubre atónito v lleno de energía. Cada momento aporta sorpresa. No da nada por hecho;
esa es la actitud de la adoración.
Jamás deis algo por sentado. En cuanto empezáis a adoptar ese enfoque, os asentáis. El
niño que lleváis dentro empieza a desaparecer, vuestro asombro se muere, y cuando no hay
asombro en el corazón, no puede haber adoración.
La adoración significa que la vida es misteriosa, tanto que realmente no hay modo de
entenderla. Supera la comprensión. Todos nuestros esfuerzos fallan. Y cuanto más intentamos
saber, más incognoscible parece