viernes, 25 de febrero de 2011

Sueño (Osho)

Foto de Arpana Vidroh
El sueño es divino, más que cualquier otro momento en las veinticuatro horas. Y
si uno se queda dormido mientras medita, la meditación no deja de resonar en las
capas del inconsciente.
¿Os habéis dado cuenta de que cualquiera que haya sido vuestro último pensamiento por
la noche, será el primero que tengáis por la mañana? Prestadle atención... el último, el último
de verdad, cuando os quedáis dormidos. Os halláis justo en el umbral... el último pensamiento
siempre será el primero que tengáis cuando volváis a estar en el umbral y salgáis del sueño.
Por eso todas las religiones han insistido en una oración antes de irnos a dormir, para
que el último pensamiento sea sobre la plegaria y esta se hunda en nuestro corazón. Toda la
noche permanece como un aroma a vuestro alrededor, llena vuestro espacio interior, y por la
mañana, cuando despertáis, de nuevo está ahí.
Ocho horas del sueño se pueden emplear como meditación. El hombre moderno ahora
no dispone de mucho tiempo, pero esas ocho horas de sueño se pueden transformar en una
meditación. Y la totalidad de mi enfoque es que todo se puede usar y debería usarse... ¡incluso
el sueño!