miércoles, 2 de febrero de 2011

Ruido (Osho)

Foto de Arpana Vidroh
La vida es ruidosa y el mundo está demasiado abarrotado. Pero luchar con el
ruido no es el modo de deshacerse de él; para conseguir esto hay que aceptarlo
totalmente.
Cuanto más luchéis, más nerviosos estaréis, porque la lucha más os perturbará. Abríos,
aceptadlo; este ruido también es parte de la vida. Y en cuanto empecéis a aceptarlo, os
sorprenderéis: ya no os perturbará. La perturbación no procede del ruido, sino de nuestra
actitud hacia el ruido. El ruido no es la perturbación; esta es la actitud. Si os mostráis
antagónicos, os perturbáis; si no sois antagónicos, no os perturbáis.
¿Y adónde iréis? Allí donde vayáis sin duda habrá algún tipo de ruido; el mundo entero
es ruidoso. Aunque podáis encontrar una cueva en el Himalaya y os sentéis en ella, echaréisde menos el ruido. Allí no lo tendréis, pero tampoco tendréis las posibilidades de crecimiento
que os presenta la vida, y no pasará mucho hasta que ese silencio parezca aburrido y muerto.
No digo que no disfrutéis del silencio. Os insto a disfrutar de él; pero el silencio no está
contra el ruido. El silencio puede existir en el ruido. De hecho, solo cuando existe en el ruido
es un silencio real. El silencio que sentís en el Himalaya o en los Alpes no es vuestro;
pertenece al Himalaya. Pero si en la plaza del mercado podéis sentir silencio, podéis estar
absolutamente cómodos y relajados, es vuestro. Entonces tenéis un Himalaya en el corazón,
¡y eso es lo verdadero!