martes, 25 de enero de 2011

Paz (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Siempre que lo recordéis, relajaros profundamente y sentíos en paz tantas veces
al día como os sea posible. Cuanto más lo hagáis mejor. Pasados unos pocos días,
sentiréis, sin hacer nada por vuestra parte, que la paz ha quedado establecida. Os sigue
como una sombra.
Hay muchos niveles de paz. Hay uno que podéis producir solo con sentirlo, solo con
proporcionar una profunda sugestión de que estáis en paz; esa es la primera capa. La
segunda capa es aquella de la que cobráis conciencia de repente. No la creáis vosotros. Pero la
segunda acontece solo si está ahí la primera; de lo contrario, nunca sucede.
La segunda es la verdadera, pero la primera ayuda a crear el camino para que llegue. La
paz llega... pero antes, como un requisito previo, debéis crear una paz mental a vuestro
alrededor. La primera paz será mental. Será más como una autohipnosis; la creáis vosotros.
Entonces, de repente, un día veréis que la segunda paz ha emergido. No tiene nada que ver
con un acto vuestro o con vosotros. De hecho, es más profunda que vosotros. Surge de la
misma fuente de vuestro ser, del ser no identificado ni dividido, del ser desconocido.
Nos conocemos solo superficialmente. Un lugar pequeño es identificado como vosotros.
Una pequeña ola es nombrada, etiquetada, como vosotros. Y dentro de esa ola, en lo más
hondo, está el gran océano.
Así que sin importar lo que hagáis, recordad siempre crear una paz alrededor. Y este no
es el objetivo; es simplemente el medio. Una vez que hayáis creado la paz, algo del más allá
lo llenará. No será nada surgido de vuestro esfuerzo. Una vez que llegue, podéis desprenderos
del método autohipnótico; ya no os hace falta.