lunes, 6 de diciembre de 2010

Miando la tele (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

El secreto de la meditación es no estar ni a favor ni en contra, sino indiferentes,
distantes, sin cosas preferidas ni odiadas, estar sin ninguna elección.
La meditación es un método sencillo. Vuestra mente es como la pantalla de un televisor.
Los recuerdos pasan, las imágenes pasan, los pensamientos, deseos, mil y una cosas pasan;
siempre es hora punta. Y el camino es casi como una carretera en la india: no hay reglas de
tráfico, todo el mundo va en todas las direcciones. Hay que observarlo sin hacer ninguna
evaluación, sin ningún juicio, sin ninguna elección, solo observar indiferentes como si no
tuviera nada que ver con vosotros, únicamente sois testigos. Esa es la percepción sin elección.
Si elegís decir: «Este pensamiento es bueno... me permito tenerlo», o «Es un sueño
bonito, debería disfrutarlo un poco más»... si elegís, perdéis vuestra capacidad de ser testigos.
Si decís: «Esto es malo, inmoral, un pecado, debería expulsarlo», y empezáis a luchar, volvéis
a perder vuestra capacidad de ser testigos.
Podéis perder la capacidad de ser testigos de dos maneras: estando a favor o en contra.
El secreto de la meditación es no estar ni a favor ni en contra, sino indiferentes, distantes, sin
cosas preferidas ni odiadas, estar sin ninguna elección. Si podéis conseguir esto incluso unos
pocos momentos, os sorprenderá lo extáticos que os volveréis.