viernes, 20 de agosto de 2010

Monologo ( Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Es muy difícil ser religioso, porque debéis ser al mismo tiempo el experimentado
y el experimentador, el experimento y el científico. No hay separación interior. Estáis
interpretando un monólogo.
En un drama corriente, hay muchos actores y los papeles están divididos. En un
monólogo, estáis solos. Vosotros debéis interpretar todos los papeles.
Un monje zen solía llamar todas las mañanas en voz alta: «Bokuju, ¿dónde estás?». Era
su propio nombre (risa). Y él mismo respondería: «¿Sí, señor? Estoy, aquí».
Luego diría: «Bokuju, recuerda, recibes otro día. ¡Sé consciente y alerta v no seas
tonto!». Entonces respondería: «Sí, señor, me esforzaré». ¡Y allí no había nadie más!
Sus discípulos empezaron a pensar que se había vuelto loco o algo por el estilo. Pero lo
que hacía era interpretar un monólogo. Y así es la situación interior. Vosotros habláis y
vosotros escucháis, ordenáis y obedecéis. Es difícil, porque los papeles tienden a mezclarse, a
superponerse. Resulta muy fácil cuando otros son los conducidos y vosotros sois los líderes.
Si los papeles se dividen, las cosas resultan nítidas. Nada se superpone; vosotros tenéis que
acabar vuestro papel y él terminar el suyo. Es fácil; la situación es arbitraria.
Cuando sois ambas personas, la situación es natural, no arbitraria, y, desde luego, más
complicada. Pero poco a poco aprenderéis