domingo, 29 de agosto de 2010

Objetivos ( Osho)

Foto de Arpana Vidroh



La vida no tiene objetivos... ¡ y ahí radica su belleza!
Si la vida tuviera un objetivo, las cosas no serían tan hermosas, porque un día llegaréis
al final, y entonces después todo sería simplemente aburrido. Habría repetición, repetición,
repetición; seguiría el mismo estado monótono... y la vida aborrece la monotonía. Continúa
creando nuevos objetivos... ¡porque no tiene ninguno! En cuanto alcanzáis un cierto estado, la
vida os da otro objetivo. El horizonte no deja de aparecer delante de vosotros, jamás lo
alcanzáis, siempre estáis en el camino... a punto de llegar. Y si entendéis eso, entonces toda la
tensión de la mente desaparece, porque la tensión está en buscar un objetivo, en llegar a
alguna parte.
La mente continuamente anhela una llegada, mientras que la vida es una continua
partida y llegada... pero llegar para volver a partir. No tiene una finalidad. Nunca es perfecta,
y esa es su perfección. Es un proceso dinámico, no algo muerto y estático.
La vida no se halla estancada... fluye y fluye y no hay otra orilla. En cuanto
comprendéis esto, comenzáis a disfrutar del viaje en sí. Cada paso es una meta, y no hay un
objetivo. Esta comprensión, una vez que se asienta en vuestro centro interno, os relaja.
Entonces no hay tensión porque no hay ninguna parte a donde ir, de manera que no podéis
extraviaros.