lunes, 23 de agosto de 2010

AUTENTICIDAD (Osho)


Foto de Arpana Vidroh
Cuando queráis que algo no crezca, dadle la espalda... y muere por sí solo. Del
mismo modo que una planta descuidada, no regada, se marchita y muere. Así que
siempre que veáis algo falso, hacedlo a un lado.
Por ejemplo, ibais a sonreír y de pronto os dais cuenta de que era falso. Deteneos,
incluso en mitad de la sonrisa; relajad los labios y pedidle a la otra persona que os disculpe.
Decidle que era una sonrisa falsa y que lo lamentáis. Si os surge una sonrisa verdadera,
entonces está bien; si no, también está bien. ¿Qué podéis hacer? Si surge, surge; si no surge,
no surge. No se la puede forzar.
Y no estoy diciendo que simplemente os apartéis de las formalidades sociales. Digo que
estéis atentos, y que si tenéis que ser falsos, lo seáis de forma consciente. Si estáis con vuestro
jefe y tenéis que sonreír, sonreíd conscientemente, y sabed que es una sonrisa falsa. Engañad
al jefe... pero que la sonrisa no os engañe a vosotros, esa es la cuestión. Si sonreís
inconscientemente, quizá no consigáis engañar a vuestro jefe, porque es difícil engañarlos...
pero tal vez os engañéis a vosotros mismos. Os daréis una palmadita en la espalda y pensaréis
que habéis estado bien, que habéis sido unos buenos chicos... pero os equivocaréis.
De modo que si a veces lo consideráis necesario -porque puede llegar a serlo; la vida es
compleja y no estáis solos, hay, muchas cosas que tenéis que hacer porque la totalidad de la
sociedad existe sobre la falsedad-, entonces sed falsos conscientemente. Pero en vuestras
relaciones, donde podéis ser auténticos, no permitáis la falsedad.