domingo, 18 de julio de 2010

Confusión (Osho)

Foto de Arpana Vidroh

Desprendeos de vuestras ideas fijas. Entonces podréis disfrutar más de la
confusión. Y no os confundirá... será un caos creativo. Un hombre necesita un caos
creativo en el corazón para dar nacimiento a danzantes estrellas. No hay otra manera.
Si tenéis ideas fijas, la vida os va a crear mucha confusión, porque la vida jamás cree en
vuestras ideas. No deja de revolver las cosas. Interfiere con la gente. Hace trucos. No es como
el salón en el que arregláis los muebles y todo sigue siendo igual. La vida no es un salón. Es
un fenómeno muy salvaje.
Y Dios es muy caótico. No es un ingeniero o un arquitecto, un científico o un
matemático. Es un soñador, y en un mundo de sueños, todo está revuelto.
Vuestro novio de pronto se convierte en un caballo... En un sueño, nunca discutís ni
preguntáis: «¿Qué ha pasado? ¡Hace apenas un momento eras mi novio y ahora te has
transformado en un caballo!». En un sueño, aceptáis. Ni siquiera surge la más mínima
sospecha sobre lo que sucede, porque en un sueño no lleváis vuestra idea.
Pero despiertos os sería imposible ver que vuestro novio se está transformando en un
caballo. ¡Y los novios se convierten muchas veces en caballos! La cara puede que siga siendo
la misma, pero la energía es diferente. Entonces os sentís confusos.
Realmente nunca me he encontrado con una persona confusa. Más bien, me encuentro
con gente que tiene ideas fijas. Cuanto más fija la idea, más confusión habrá.
Si no queréis estar confusos, desprendeos de la idea. No es que la confusión vaya a
cambiar, pero no parecerá una confusión. Se trata simplemente de la vida, que está viva.