lunes, 14 de junio de 2010

En el trabajo

Foto de Arpana Vidroh



Se debe recordar que a los compañeros de trabajo no les importa vuestra vida
interior. Esa es tarea vuestra; ellos tienen su propia vida interior que desarrollar.
Tienen sus estados de ánimo negativos, sus problemas personales, ansiedades, como
todo el mundo, igual que vosotros. Pero cuando os encontráis en una situación de trabajo con
alguien, no es necesario que saquéis ese tema, porque si ellos empiezan a hablar de sus cosas
negativas y vosotros los imitáis, será un proceso interminable. Simplemente tenéis que verlo.
Si os sentís negativos, haced algo. Por ejemplo, escribid algo muy, muy negativo y
quemadlo. Id a la habitación de las terapias, golpead una almohada y tiradla. ¡Realizad un
baile terrible! Tenéis que eliminarlo; es vuestro problema.
Y de vez en cuando es bueno llamar a quienquiera que sea que esté trabajando con
vosotros y preguntarle si habéis sido negativos, si se sienten dolidos. Porque en ocasiones uno
quizá no sepa que ha sido negativo. Pequeños gestos, una palabra, incluso un silencio, pueden
hacer daño; el modo en que miréis puede hacer daño. Así que de vez en cuando llamadlos y
pedid su perdón. Decidles: «Cada vez que os pregunto, tenéis que ser sinceros. Decídmelo,
porque soy un ser humano y a veces las cosas pueden estar mal desde mi lado y he de
enderezarlas