viernes, 20 de febrero de 2009

No hay atajos, /Libro naranja . Osho


Foto de Arpana Vidroh



Hay algo que debe recordarse respecto a la meditación: es un camino largo y no hay atajos.
Es un viaje largo, porque el cambio es muy profundo y se le alcanza después de muchas vidas, muchas vidas de hábitos rutinarios…pensando…deseando…
Y la estructura de la mente: debes tirarla mediante la meditación. De hecho es casi imposible, pero sucede. Un hombre convirtiéndose en un meditador: es la responsabilidad más grande del mundo, no es fácil.
Esto no puede ser algo instantáneo.
De manera que desde el principio no comiences a esperar demasiado, y nunca te sentirás frustrado. Siempre estarás contento, por las cosas crecerán muy despacio.
La meditación no es una flor de estación que aparece en un plazo de seis semanas.
Es un árbol muy, muy grande…necesita tiempo para extender sus raíces.
Cuando la meditación florece, simplemente no hay nadie que tome nota de esto, nadie que reconozca este estado, nadie que diga: “Sí, esto ha ocurrido”. Apenas dices: “Sí, esto ha ocurrido”, ya se ha perdido.
Cuando la meditación está realmente ahí…un silencio te invade…sin ningún sonido…una gracia palpita…Hay armonía. Pero no hay nadie para tomar nota de esto