martes, 22 de febrero de 2011

El corazón como método (Osho)

Foto de Arpana vidroh

Si queréis descender desde la cabeza, tendréis que pasar por el corazón...
ese es el cruce de caminos. No podéis ir directamente hasta el ser, no hay ningún
camino; tendréis que atravesar el corazón.
De modo que el corazón debe ser empleado como un método.
Pensar, sentir, ser... estos son los tres centros. Pero desde luego sentir está más cerca de
ser que de pensar, y sentir funciona como un método. Sentid más y entonces pensaréis menos.
No luchéis con pensar, porque con ello volvéis a crear otros pensamientos de lucha. Nunca
luchéis con los pensamientos, es inútil.
En vez de luchar con los pensamientos, trasladad vuestra energía a sentir. Cantad en vez
de pensar, amad antes que filosofar, leed poesía en vez de prosa. Danzad, contemplad la
naturaleza, y hagáis lo que hagáis, hacedlo con el corazón.
El corazón es el centro descuidado: en cuanto empezáis a prestarle atención, comienza a
funcionar. Cuando empieza a funcionar, la energía que se movía a través de la mente
automáticamente empieza a moverse a través del corazón. Y este se halla más próximo al
centro de energía. El centro de energía se encuentra en el ombligo... de modo que bombearlo a
la cabeza es realmente un trabajo duro.
Por eso existe todo el sistema de educación: os enseña cómo bombear la energía desde
el centro hasta la cabeza y cómo pasar por alto el corazón. De forma que ningún colegio,
ninguna universidad, os enseña cómo sentir. Destruyen el sentimiento, porque saben que si
sentís no podéis pensar. Pero es fácil moverse de la cabeza al corazón, y es aún más fácil
moverse del corazón al ombligo. En el ombligo sois simplemente un ser, un ser puro... sin
sentimientos ni pensamientos; no os movéis nada. Ese es el centro del ciclón.