Rezamos en el santuario de Tada. Se conserva el yelmo de Senemori, que tiene gorjal de brocado. Se dice que lo había recibido de Yoshitomo cuando pertenecía al clan de los Minamotos. En efecto, no son armas de un simple samurai.
En la visera y orejeras lleva como blasón crisantemos de oro y en la frente yba cabeza de dragon y dos cuernos en forma de arado. Parece ser que Kiso Yoshinaka, que mató a Sanemori en combate, envió el yelmo a ese santuario con una carta suplicatoria, siendo el mensajero Higuchi Jirô.
¡ Vaya sarcasmo!
Que debajo de un yelmo
chirríe un grillo.