martes, 10 de agosto de 2010

Extraviarse (Osho)


Para conocer algo, hay que perderlo.
Todo el mundo se extravía de su mundo interior, de su espacio interior, y poco a poco
uno se siente hambriento, lo anhela. Surge el apetito, se siente la sed. Llega la llamada del yo
más interior para regresar a casa y uno empieza a viajar. Eso es lo que significa ser un
buscador.
Es ir al cálido espacio interior que abandonasteis un día. No estaréis ganando algo
nuevo. Ganaréis algo que siempre estuvo ahí, pero, no obstante, será un beneficio, porque
ahora por primera vez veréis lo que es. La última vez que estuvisteis en ese espacio erais
ajenos a él.
No se puede ser conscientes de algo si se ha abandonado. De modo que todo está bien.
Extraviarse también está bien. Pecar también está bien porque es el único modo de convertirse
en santo.