Vida y aire se cuelan en mis pulmones,
cada poro de mi piel se convierte en perfecto escondite,
donde solitarias carcajadas se alojan en el tiempo
queriendo construir un espacio en armonía.
Me siento como ese universo infinito
donde su extensión hace mi prolongación,
mi consciente me vuelve a traer a la tarde,
a la música que juega en mis oídos.
Contemplo las platas de mi jardín,
veo toda la existencia en ellas
entonces me gustaría comprender,
entender que la vida es PERFECTA
27/8/2006