A un Maestro que vivía como ermitaño en
una montaña, le preguntó un monje: "¿Cuál
“¡Qué hermosa montaña es ésta!", dijo el
Maestro como respuesta.
"No le estoy preguntando sobre la
montaña", dijo el monje, "sino sobre el Camino".
El Maestro replicó: "Mientras no puedas
ir más allá de la montaña, hijo mío, no podrás
alcanzar el Camino".