viernes, 30 de abril de 2010
Necesidades y deseos (Osho)
jueves, 29 de abril de 2010
Centrarse (Osho)
miércoles, 28 de abril de 2010
La vida es sencilla ( Osho)
martes, 27 de abril de 2010
Manteneos ignorantes (Osho)
domingo, 25 de abril de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
La esperanza
No te pierdas en la trampa de la esperanza. No quedes atrapado en la idea de que la ayuda vendrá desde fuera de ti mismo. El otro no va a satisfacerte. La satisfacción está dentro de nosotros.
Supe acerca de un cazador que se perdió en la jungla. Durante tres días no pudo encontrar a nadie a quien preguntarle el camino para salir, y cada vez entraba en una sensación de mayor pánico. Tres días sin comida y de constante miedo a los animales salvajes. Durante tres días no había podido dormir; se había quedado despierto, sentado sobre algún árbol, temeroso de que lo pudieran atacar. Había serpientes, leones, animales salvajes... Temprano en la mañana del cuarto día, vio a un hombre sentado debajo de un árbol. Imagínense su alegría. Corrió hacia él, lo abrazó y ambos se sintieron muy felices.
Luego, uno le preguntó al otro: '¿Por qué estabas inmóvil?'
El primero dijo: 'Estaba perdido y esperaba encontrar a alguien'. Y el segundo dijo: 'Yo también estoy perdido y esperando a alguien. Pero si ambos estamos perdidos... entonces el éxtasis fue en vano. ¡Ahora estamos perdidos los dos juntos!'
No te pierdas en la trampa de la esperanza. No quedes atrapado en la idea de que la ayuda vendrá desde fuera de ti mismo. El otro no va a satisfacerte. La satisfacción está dentro de nosotros.
Supe acerca de un cazador que se perdió en la jungla. Durante tres días no pudo encontrar a nadie a quien preguntarle el camino para salir, y cada vez entraba en una sensación de mayor pánico. Tres días sin comida y de constante miedo a los animales salvajes. Durante tres días no había podido dormir; se había quedado despierto, sentado sobre algún árbol, temeroso de que lo pudieran atacar. Había serpientes, leones, animales salvajes... Temprano en la mañana del cuarto día, vio a un hombre sentado debajo de un árbol. Imagínense su alegría. Corrió hacia él, lo abrazó y ambos se sintieron muy felices.
Luego, uno le preguntó al otro: '¿Por qué estabas inmóvil?'
El primero dijo: 'Estaba perdido y esperaba encontrar a alguien'. Y el segundo dijo: 'Yo también estoy perdido y esperando a alguien. Pero si ambos estamos perdidos... entonces el éxtasis fue en vano. ¡Ahora estamos perdidos los dos juntos!'
El amor
Recuerda no acaparar tu amor o calcularlo. No seas avaro, perderás todo. En cambio, deja que tu amor florezca y compártelo, ofrécelo, déjalo crecer.
Un gran rey tenía tres hijos y quería elegir a uno para ser su heredero. Era muy difícil, porque los tres eran muy inteligentes, muy valientes y eran trillizos todos de la misma edad de modo que no había forma de decidir. Entonces preguntó a un gran sabio y el sabio le sugirió una idea.
El rey fue a su casa y le pidió a sus tres hijos que vinieran. Le dio a cada uno una bolsa con semillas de flores y les dijo que él se iba a un peregrinaje religioso. 'Me tomará unos pocos años, uno, dos, tres, quizás más, y ésta es una especie de prueba para ustedes. Tendrán que devolverme estas semillas cuando regrese. Y aquél que mejor las proteja se convertirá en mi heredero'. Y partió a su peregrinaje.
El primer hijo pensó: '¿Qué debería hacer con estas semillas?'. Las guardó en una caja de seguridad de hierro, porque al regresar su padre, debería devolverlas como las había recibido.
El segundo hijo pensó: 'Si las guardo como hizo mi hermano, morirán. Y una semilla muerta no es una semilla'. De modo que fue al mercado, vendió las semillas y guardó el dinero. Y pensó: 'Cuando mi padre regrese iré al mercado, compraré semillas nuevas y le devolveré semillas mejores que las primeras'.
Pero el tercero fue al jardín y arrojó las semillas por todas partes. Después de tres años, cuando el padre regresó, el primer hijo abrió su caja fuerte. Todas las semillas estaban muertas, apestaban, y el padre le dijo: '¡Qué! ¿Son éstas las semillas que te dí? Tenían la posibilidad de florecer y dar un hermoso perfume, y estas semillas apestan'. ¡Estas no son mis semillas!'.
El hijo insistió en que eran las mismas semillas, y el padre le dijo: 'Eres un materialista'.
El segundo hijo corrió al mercado, compró semillas, volvió a la casa y se las presentó a su padre. El padre dijo: 'Pero no son las mismas. Tu idea fue mejor que la de mi primer hijo, pero todavía no eres tan capaz como yo quisiera. Eres un calculador'.
Fue al tercero, con gran esperanza y también con temor: '¿Qué has hecho?'. Y el tercer hijo lo llevó al jardín y allí había millones de plantas creciendo, millones de flores por todas partes. Y el hijo dijo: 'Estas son las semillas que me diste. En cuanto estén listas, juntaré las semillas y te las devolveré'. Y el padre contestó: 'Tú eres mi heredero. Es así como deberíamos actuar con las semillas'.
El acaparador no comprenderá la vida y la mente calculadora también se la perderá. Sólo la mente creativa puede entenderla. Esa es la belleza de las flores, no pueden ser acaparadas. Representan a Dios: Dios no puede ser acaparado. Representan el amor: el amor no puede ser acaparado.
No es sólo una casualidad el que la flor haya permanecido como símbolo del amor a través de los tiempos, en todos los países, para todas las sociedades. El amor es como una flor: cuando comienza a florecer dentro de ti, tienes que compartirlo, tienes que dar. Y cuanto más das, más crece el amor. Si sigues dando, llegará el día en que te convertirás en una fuente infinita y constante de amor.
Zen: El Camino de la Paradoja
Vol. 2, pp. 43-45
La codicia
Date cuenta de tu mente y de su codicia y falta de confianza. Con el darse cuenta surge la oportunidad para que la codicia se transforme.
Narada, el gran místico indio, se dirigía a ver a Dios. Tocando su veena, atravesó un bosque y se encontró con un muy anciano sabio, sentado bajo un árbol.
El anciano sabio dijo: 'Por favor, hazle a Dios una pregunta de mi parte. He estado realizando todo tipo de esfuerzos durante tres vidas, ¿cuánto más es ahora necesario? ¿Cuándo tengrá lugar mi liberación?'
Narada rió y dijo: 'Está bien'.
Prosiguiendo su camino halló debajo de otro árbol a un joven bailando y cantando con su ektara. Bromeando Nadara le preguntó: '¿Querrías tú también hacerle alguna pregunta a Dios?'
El joven no respondió. Continuó bailando como si no hubiera escuchado nada.
Después de unos pocos días Narada regresó. Le dijo al anciano: 'Le pregunté a Dios. Dijo que tres vidas más'.
El anciano estaba furioso. Arrojó su collar y sus escrituras. Dijo, 'Esto es totalmente injusto! Tres vidas más!'.
Narada caminó hacia el joven, que se hallaba nuevamente bailando y le dijo: 'Aunque no lo preguntaste, yo le pregunté a Dios acerca de ti. Pero ahora temo decírtelo o no. Habiendo visto la ira del anciano comienzo a dudar'.
El joven no dijo nada; continuó bailando. Narada le dijo: 'Cuando le pregunté, Dios dijo: 'Dile al joven que deberá nacer tantas veces como existen hojas en el árbol debajo del cual él baila'.
Y el joven comenzó a bailar aún más extáticamente. Dijo: '¿Tan Rápido?' Hay tantos árboles en el mundo y tantas hojas... ¿sólo ésto? Cuando veas a Dios la próxima vez, agradécele'.
Y se cuenta que el joven fue liberado en ese preciso momento. Si la confianza es tan total, el tiempo no es necesario. Si no existe la confianza, entonces ni siquiera tres vidas serán suficientes. Y mi sensación es que el anciano debe aún hallarse por ahí todavía hoy. Semejante mente no puede liberarse. Semejante mente es el infierno.
El Perfecto Maestro
Vol. 2, pp. 287-289
Problemas (Osho)
jueves, 22 de abril de 2010
Experimentación ( Osho)
miércoles, 21 de abril de 2010
Vacio ( Osho)
Confianza
viernes, 16 de abril de 2010
Amor de luna nueva (Osho)
jueves, 15 de abril de 2010
lunes, 12 de abril de 2010
El dedo de Gutei
El secreto de la eficacia
Ito Ittosai se dirigió pues a un templo con el fin de descubrir el secreto del arte del sable. Durante 7 días y 7 noches estuvo consagrado a la meditación.
Al alba del octavo día, exhausto y desalentado por no haber conseguido saber algo más se resignó a volver a su casa, abandonando toda esperanza de penetrar el famoso secreto.
Después de salir del templo tomó una carretera rodeada de árboles. Cuando apenas había dado unos pasos, sintió de pronto una presencia amenazante detrás de él y sin reflexionar se volvió al mismo tiempo que desenvainaba el sable. Entonces se dio cuenta que su gesto espontáneo acababa de salvarle la vida. Un bandido yacía a sus pies con un sable en la mano.
Etiquetas, (Osho)
domingo, 11 de abril de 2010
Envejeciendo o creciendo ( Osho)
No hay necesidad de sentirse sexual — y no hay necesidad de preocuparse al respecto. Sólo siéntete amoroso y cálido. Eso tiene que recordarse, que uno no debería volverse frío. Si uno empieza a sentirse frío, entonces es un problema. Y si el sexo desaparece por completo, no hay problema; la calidez no debería desaparecer. |
sábado, 10 de abril de 2010
Felicidad ( Osho)
viernes, 9 de abril de 2010
Un ganso llamado conciencia ( de Osho)
A menudo siento pánico, y me preocupa que pueda enloquecer. “Lo básico que debe ser entendido es que tú no eres la mente — ni la brillante ni la oscura. Si te identificas con la parte hermosa, después es imposible desidentificarte de la parte fea; son dos caras de la misma moneda. Tú puedes tenerla entera, o puedes desecharla entera, pero no puedes dividirla. |